Arqueológicamente, salvo en ambientes muy concretos, los textiles no se conservan. La conservación de elementos orgánicos como son los textiles naturales (todos los textiles hasta la revolución industrial), las pieles o la madera es algo excepcional que se dan en ambientes muy húmedos y sin actividad biológica (turberas) o en ambientes también muy secos sin ningún tipo de humedad ni actividad de descomposición como es el caso de desiertos como el de Egipto.
En los grabados medievales se puede observar como las paredes y suelos de las yurtas estaban profusamente cubiertas por alfombras y tapices. En la imagen siguiente vemos una yurta palacial en la cual se puede observar una alfombra pero no hay tapices. Como no conocemos ningún caso excepcional de conservación son nuestra única fuente junto a la etnología.
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| Una yurt real de Khitan en "La cigüeña de la señora Wen-Chi" Yurta del S. XII representada en un manuscrito del S. XIV |
La diferencia entre una alfombra y un tapiz es principalmente su función, los tapices se colocan para cubrir las paredes generalmente se sitúan detrás de la Khana, la pared de madera de la yurta. Las alfombras se colocan para cubrir el suelo. Ademas por sus usos las alfombras son mas gruesas y resistentes que los tapices para soportar el desgaste que supone la actividad cotidiana de un hogar.
Estos elementos son necesarios para la comodidad de un hogar pero no estaban siempre presentes, todo dependía de si la familia podía permitirse comprar o realizar las alfombras y tapices. Por motivos lógicos (cubrir el suelo de tierra) parece mas habitual que den prioridad a las alfombras sobre los tapices. En la entrada anterior de esta serie visteis como la yurta azul no tenia ninguna alfombra ni tapiz, por ser una yurta destinada a la venta, mientras que en la yurta del fuego abierto, esta tenia alfombras, necesarias para aislarse del suelo, pero no tapices. En la siguiente imagen podéis ver como es una yurta tradicional con tapices y alfombras.
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| Yurta Tradicional |
Bibliografía
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